Gas de Camisea

El yacimiento peruano de gas natural de Camisea lote 88 y el proyecto del gaseoducto está siendo construido en una de las áreas ambientales y sociales más sensitivas del mundo.
 
La explotación comprende dos grandes actividades: la extracción en el yacimiento y el fraccionamiento de líquidos de gas natural, proceso que consiste en convertir el líquido del gas en productos que puedan ser vendidos.

Planta del gas de Camisea

La etapa de transporte implica la construcción de dos gaseoductos, uno para transportar los líquidos de gas hasta la planta de fraccionamiento ubicada en la playa Lobería en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas y el otro, hasta el City Gate de Lurín en Lima.

Finalmente la etapa de distribución comprende la construcción de un gaseoducto que distribuirá el gas baja alta presión a Lima. Este proyecto demandará una inversión total de unos 1,400 millones de dólares.
 
Durante el período en el que se viene desarrollando el Proyecto del Gas de Camisea se han identificado algunos hechos que confirman el impacto negativo por la falta de cuidado y responsabilidad con el medio ambiente y el ecosistema por parte de las autoridades y del Consorcio.

La actual ubicación de la planta de fraccionamiento en la playa Lobería, en la zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, sigue en discusión por el impacto ambiental que tendría sobre las especies que habitan esa zona.

Reserva de Paracas sufriría efectos

Una de las objeciones al proyecto es el efecto que tendrá en la Reserva Nacional de Paracas (RNP), considerando que en la zona de amortiguamiento se construye la planta de licuefacción.

Paracas es la única área natural protegida peruana que incluye hábitats marinos. Su protección es imperiosa para la conservación de ecosistemas y comunidades marinas únicas.

El área incluye la Bahía de Paracas, los humedales Caucato (Delta del río Pisco), y las islas San Gallán, Ballestas y Chincha, todas identificadas como centros de alto valor de biodiversidad.

Estas Islas ubicadas en el territorio peruano albergan una abundancia y alta diversidad de aves migratorias, cetáceos y reptiles, además de importantes sistemas de vegetación de lomas y áreas de reproducción para especies vulnerables y amenazadas como el pingüino de Humboldt, nutria y el potoyunco peruano.

La geografía peculiar y la oceanografía que resulta en una biodiversidad única de Paracas, la hacen altamente vulnerable a la contaminación.

De instalarse la planta de fraccionamiento, las aves, tortugas marinas y mamíferos estarán expuestos a riesgos adicionales como consecuencia del  incremento de la construcción, las operaciones de mantenimiento y el mayor tráfico de buques.

Las poblaciones de mamíferos marinos son particularmente sensibles a los ruidos de alta frecuencia generados por las operaciones portuarias y la propia estructura portuaria podría ser una amenaza para los delfines, golondrinas de mar y otras aves marinas comunes en la Bahía, ya que las luces podrían atraer a estas aves y provocar accidentes.

El turismo también estará en riesgo

Perú es un país con muchos atractivos turísticos y sin duda Paracas es uno de los destinos más importantes considerando que recibe alrededor de 100,000 turistas al año y genera entre 7 y 9 millones de dólares para la economía local.

Paracas es visitado principalmente por la variedad y riqueza de su fauna silvestre como las Islas Ballestas, lugar que alberga a grandes colonias de lobos y aves marinas, asimismo existen otras atracciones como las parihuanas y aves de orilla que se pueden observar en la Bahía de Paracas.

Beneficios del proyecto gasífero para los peruanos

Gas de Camisea implica un cambio notable en la oferta energética del mercado en el Perú al introducir el gas como combustible en la zona de mayor densidad de consumo industrial y domiciliario.

Estimaciones preliminares indican que se generará un ahorro en costo energético durante el período 2004 - 2033 de aproximadamente $ 5.1 billones. También se estará remplazando el uso de diesel que contamina, por un combustible más limpio como es el gas natural